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21 sept 2011

CAPTURANDO RECUERDOS

Hoy es el día mundial del Alzheimer.
Por eso hoy, quiero compartir un recuerdo con todo el mundo. Hay un banco. Podéis compartir vuestros recuerdos o apadrinarlos. Es por una buena causa.

La verdad es que tengo muchos y es muy difícil elegir uno pero... allá va.

Hace unos años, cuando me pasaba horas y horas mirando al cielo, observando estrellas; llegó la época de las oriónidas. Las oriónidas son las estrellas fugaces que caen en octubre. Se llaman así porque van en dirección a la constelación de Orión.
Me puse el despertador a las dos de la mañana, me puse el batín y subí a la terraza. Cuando llevaba allí unos cinco minutos, escuché la puerta y la luz se encendió y se apagó. Apareció mi abuela y se puso a mi lado:
-¿Dónde tengo que mirar?
Le señalé con el dedo y ella lo siguió con la mirada.
-Ahí, abuelita.
Diez minutos después, la que apareció fue mi madre.
Allí estábamos las tres, heladas de frío, mirando estrellas fugaces.

Huelga decir, la que más estrellas vio fue mi abuela jejeje.

Atesorad recuerdos. Que el día de mañana, cuando estemos llenos de arrugas (por las risas que nos hemos echado con la gente que amamos), cuando ya no haga falta teñirnos el pelo, cuando la sordera nos haga hablar a gritos... miremos hacia atrás y tengamos la certeza de que ha valido la pena.
Por todas esas personas que olvidan cada día un poquito de ellos. Por todas esas personas que están ahí, recordándoles cuánto les aman.

3 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

Me ha gustado tanto la idea de capturar recuerdos que he creado una entrada de blog con todo lo que sugieres. Era demasiado largo para dejarlo aquí.
Feliz día

Rebeka October dijo...

Preciosa entrada Mai!!
Yo hoy me quedaré con varios momentos.

1. Todas las conversaciones con mi padre.
2. Todas las mañanas en las que me metía en la cama con mi abuela y la leía cuentos.
3. Los momentos en familia cuando no faltaba nadie.
4. Las mañanas en las que me despierto y veo dormir y soñar al dueño de mi corazón.

Son regalos de la vida que merece la pena recordar y que me ayudarán cuando las arrugas florezcan.

Un beso gigante, y gracias por esta entrada emotiva.

Veritas dijo...

Los recuerdos son un bien más que preciado, aunque soy de las que piensa que cada vez que acudimos a ellos los estamos reconstruyendo constantemente. Que los recuerdos no son tanto del pasado como del presente y que nos pertenecen ahora, justo ahora.

Sin embargo, esa pequeña parte que jamás se reconstruye, esa huella que permanece en nuestra conciencia es digna de ser atesorada.

Una entrada preciosa ^^