Páginas

1 nov 2011

EL DÍA QUE TE FUISTE

El día que te fuiste, el cielo de mi alma se tornó gris. Recuerdo estar riéndome y, de pronto, sin más, el sonido de un timbre cambiarlo todo.
El día que te fuiste, el mundo se detuvo. Las horas no pasaban, el minutero se enganchó en un tac insufrible. La gente caminaba a cámara lenta.
El día que te fuiste supe cómo sonaba un corazón que se rompía.

Agradecí que hubieras dejado de sufrir, pero maldije cada soplo de aire... porque yo seguía viva y eso significaba que empezaba mi dolor. Un dolor con el que he aprendido a coexistir.
Él no me molesta y yo a él tampoco.
Te pienso, te siento, te añoro y te hablo. Todas las noches te doy las «buenas noches». Todos los días, en algún momento, aunque sólo sea un segundo, mi corazón te nombra.
Te fuiste demasiado pronto.

Me dejaste sin mi cómplice. Se acabaron aquellas tardes creativas. Aquellas tardes donde, juntas, creábamos mundos, pintábamos, dibujábamos. Se acabaron las noches frías donde cazábamos estrellas.
Se acabaron.

No te pude decir cuánto te quería, cuánto te quiero. No pude. No pude contarte cómo fueron mis días de instituto, cómo fue mi primer día en la facultad... No pude llorarte cuando papá sufrió el ictus, ni pedirte que me abrazaras. No pude darte un trozo de la primera tarta que hice, ni darte a leer mi primer artículo publicado.
No te he podido decir lo enamorada que estoy... no le has podido conocer. Aunque estoy segura de que te gustaría mucho.
No conociste a los pequeñajos (Álvaro y Ángela... si vieras que sonrisa más bonita tienen), ni viste crecer a Miguel (está más guapo) ni a Julia (es preciosa)...

El día que te fuiste, abuelita, dejaste un vacío que no queremos llenar. He olvidado cómo sonaba tu voz, pero no la luz de tu sonrisa. La más bonita del mundo.

La gente me dice que siempre estoy sonriendo, lo que no saben es que si sonrío es porque aprendí de ti. Porque me enseñaste las claves para ser feliz y lo soy. Porque es la mejor forma de recordarte.


Bona nit, abuelita

3 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

El día que se fue se quedó para siempre en ti, que es la mejor manera de quedarse cuando uno se va.
Un beso

Rebeka October dijo...

En el fondo de tu corazón ella siempre estará contigo Mai.

Al igual que mi abuela está conmigo y mi padre está conmigo.
Aunque a veces nuestra propia ceguera nos haga dudar.

Precioso texto el que la has escrito. Estoy segura de que estaría muy orgullosa de ti, de esos sentimientos y de tu forma de escribirlos!!

El amor verdadero es para siempre...es inmortal...

Un beso!

Rebeka October dijo...

He visto esto en uno de los blogs que sigo y me he acordado de ti!

http://entremontonesdelibros.blogspot.com/2011/11/mafalda-quino.html

Espero que los examenes vayan bien wapa!!

Besosss