LONDRES

El fin de semana pasado me entró una morriña incapaz de calcular con la ciencia actual.
No, no una morriña por Londres. Morriña por mi pri.

Mi pri es como esa hermana mayor que nunca tuve y que, obviamente, nunca tendré. Entre mi prima y yo hay una química y una complicidad que se consigue muy pocas veces con otra persona. Aunque admito que soy muy afortunada y esa química la tengo con algunas personas más.

Es mordaz, divertida, sarcástica y de respuesta veloz. Tiene un humor muy inglés, la verdad. Precisamente eso nos une muchísimo. Adictas a la literatura inglesa, al cine inglés, a las series inglesas... a todo lo English. Somos romantic anglophile. Ella de Emily, yo de Charlotte.
Es la mejor prima del mundo. La que se lo merece todo (pero lo bueno, lo mejor)
Y tras mi primer intento de ir a Londres -y no poder ir-, un tarde en su casa me soltó: "¡Vámonos a Londres!"

¿Conocéis esas mariposas que se ponen en el estómago y te hinchan el pecho de felicidad? Pues eso sentí yo.
Nos juntamos un grupo de amigas, pillamos billetes, hostal y allá que nos fuimos.
Recuerdo que momentos antes de embarcar me dijo: "Ay prima, tengo miedo, con lo ilusionada que estás, que te lleves un chasco"
Yo estaba segura de que no y así se lo hice saber.

De ese viaje guardo tantas cosas maravillosas, tantas risas, Eldelbar... el guía del Shakespeare Globe. ¿Te acuerdas cuando me animaste a preguntarle a qué hora salía? jejeje Y yo embobada mirándolo. El chico no era guapo, ¡pero tenía un carisma! Ays...

También guardo muchas fotos, entre ellas, la de Peter. Un día me prometí a mi misma que tenía que visitar cuatro sitios: Peter Pan (Londres), La Sirenita (Copenhague), la torre de Rapunzel (Diebsthurm) y el balcón de Julieta (Verona)
Uno de cuatro, no está mal.

Todo gracias a ella. A ella es a quién tanto echo de menos. Porque un día decidió seguir sus sueños y armada de valor, cogió la maleta y se fue a Madrid.
Echo de menos esos fines de semana musicales, con pizzas, coca-cola y patatas prefabricadas jejeje y de postre chocolate.
Echo de menos esos: "Prima se me ha ocurrido una idea..."

Ays, pri, cuánto te echo de menos. Que ganas tengo de darte un mega abrazo.