Siempre he creído que un escritor es lo que sus lectores quieren que sea. Es decir, un escritor tiene muchas facetas. Está la faceta personal, que a su vez se dividirá en otras, y luego está la faceta en la que está su relación con sus lectores.
Estos días de ferias se ha hablado mucho de esa timidez que a ambos les acecha, de esa emoción, de esa química. Claro está, que los lectores idealizamos a nuestros escritores. Yo, por lo menos, tengo una imaginación desbordada al respecto.
Pero, ¿y ellos? ¿Nos idealizan? ¿Imaginan cómo somos? No lo sé. Pero hagamos un pacto.
Yo voy a escribir. Porque lo necesito, porque lo hago desde que aprendí a hacerlo, por esos viernes en los que Don Emilio nos pedía redacciones y por todos esos comentarios que me animaban a seguir.
Voy a escribir porque no me imagino haciendo otra cosa.
Lo voy a hacer siempre con cariño, con pasión, con dedicación y energía. Prometo sonreír siempre que lo haga, aunque tú no me veas.
Ocho horas, diez, de día o en la madrugada, en una hoja, a lápiz, con el ordenador... con el corazón.
Haré lo imposible por hacerte soñar. Aunque tarde años, siglos, no me importa.
¿A cambio? Sueña, vive, siente cada latido, cada palabra. Dame un tirón de orejas cuando tarde, échame de menos, ánimame cuando lo vea todo negro (prometo que sólo será una vez al mes)... sé impaciente y paciente.
Llegados a este punto tengo dos cosas que decir. La primera es que he tenido que aparcar la historia personal que estaban leyendo Rebeca y Sandra. Los motivos son muy personales y creo que no es el momento de sacarle el jugo que tiene.
La segunda es que, por fin, está tomando forma una con la que llevo años de pelea. Lo tengo todo, los capítulos esquematizados, los personajes bien ataditos (menos una que se me ha rebelado... ¡¡que fuerte!!), todo lo que ocurre, diálogos... Estoy emocionada, llena de energía, impaciente por moldearla y mimarla.
Ayer cuando ya pensaba que iba a estallar de felicidad me di cuenta de que me faltaba, sólo, una cosa: ¡¡¡A la prota le faltaba un amor!!!
Y el amor mueve el mundo. El amor mueve este blog.
Por suerte, ya he encontrado ese cachito... despiste mío!
Siento estos días ausentes, pero de verdad, me he visto absorbida por un poder superior.
Nota sobre la foto: Ese de ahí arriba es mi primer lector en esta aventura. Cuando lo leyó, vino y me dijo: «Está bien eso que me has dejado. Me gusta.»
Viniendo de mi hermano, es el mejor piropo que podré escuchar de él.
6 comentarios:
La cosa va de nuevos comienzos...
Me alegro de que el poder de la literatura nacida del corazón y escrita por tus manos haya sido el motivo de tu ausencia en el blog.
No dudes de que por aquí te estaremos esperando...ansiosos por leer que todo te va bien, y que sigues adelante escribiendo.
Comenzaré hoy, a comerme el mundo a cachitos alimentándolo de recuerdos!!
Un besazo.
P.D: No dudes de que te haré participe de esas letras...
No esperaba menos!!
En mi tienes a una FAN para siempre :D
Suena genial. Mucho ánimo, Mai! Y diviértete mucho :)
Buff, Rocío, lo peor es que no me puedo esperar. Quiero que lo leáis YA!! jejeje
Gracias, gracias, gracias por estar ahí :)
Que empieza a acojonarte??(cara de confusión)
xD
Um...pues si que es para acojonarse si!!!
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