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29 dic 2011

HAGAMOS EL BALANCE...

...DE LO BUENO Y MALO.


Algo debe de tener el viejo que se va, para que todos nos pongamos a hablar de él estos días. Muchos lo hacen por la fiesta, otros por las ventas, algunos porque quieren que termine y unos pocos porque no. El caso es, que en mis otros blogs (esos que nunca sabréis qué nombre tenían, ni dónde estaban) siempre, siempre hacía un balance del año. Lo hacía por meses. ¿Por qué? Porque soy una niña muy puñetera. Me gustaba meter el dedo en la llaga a algunos de mis lectores. Ya lo dijo alguien de mi: clara, directa y punzante.

Pero no temáis. No lo voy a hacer esta vez. Voy a valorar mi 2011 con cariño, con respeto y con ganas de más. Bueno, dependiendo de qué.

El 2011 lo empecé con fiebre. Cosas que pasan. Defensas que bajan. Fiebre que sube. Creo que ni me comí las uvas. A esas horas yo hacía mucho que estaba perdida en mis sueños. Por cierto, fue Gripe A.
Lo empecé con fiebre y sumándome a la empresa más grande de España: El paro.
Creo que fui de las pocas personas que se alegró. El trabajo, aunque me proporcionaba una pequeña mensualidad y mucho aprendizaje, también me agotaba emocionalmente y llegó un momento en que las envidias y los malos rollos se hicieron insufribles. En España, mal si trabajas bien, mal si no trabajas. En fin.

Como soy muy inquieta, decidí exprimir mi afición por la fotografía. Lo hice en un vano intento de encontrar mi camino. Quién sabía si en mí había una fotógrafa en potencia. Descubrí que la fotografía es una de esas cosas que me encantan... pero no, no era mi camino. Aún así la disfruto mucho. Me encanta capturar momentos, almas... esas cosas.
Conocí gente nueva, gente interesante, en el curso de fotografía y, al mismo tiempo, la red me permitió seguir conociendo a gente así. Gente que inspira.

Durante este año he hecho muchas cosas (como volver a estudiar). He dejado escapar otras (como aprender a bailar Danza Irlandesa) pero sobretodo, he disfrutado al máximo cada momento. Puse en práctica algo que me sé de memoria: sonreír. Sonreír cada día un poco más y disfrutar de todo lo que me pasa. A veces, incluso lo malo. Porque aunque pasen cosas malas, tú tienes el poder para salir de ellas.
Me viene a la mente las palabras de la Oro y su Pomelo y Limón:

«[...] los recuerdos están hechos de palabras; la vida está hecha de palabras.
No puedes cambiar lo que te ha pasado,
pero puedes escoger las palabras para contarlo.
[...] Elige las palabras y elegirás la calidad de tus recuerdos. Tú decides si es un buen recuerdo o un mal recuerdo. Mejor aún, tú lo transformas. Porque las cosas te suceden; algunas las provocas tú y otras escapan a tu control. Pero hay algo que solo tú controlas: las palabras que eliges para contarlas. Eres tú quien cuentas la historia, tu historia. ¿Y sabes lo mejor de todo? Siempre, siempre estás a tiempo de cambiarla. Este es el auténtico superpoder de todo ser humano.»

Esta prima empezó a finales del 2010, cuando tuvimos un accidente de coche. Fue un accidente de lo más tonto, no fue fuerte (bueno, para mí no... para los del coche de delante...) El caso es que bajé del coche, avisé que estaba bien, saludé a los agentes de la Guardia Civil y esperé a que los implicados arreglaran papeles.
Al finalizar, cuando me despedí de los agentes, uno me dijo: «Por favor, no deje de sonreír nunca. Desde que ha bajado del coche, no ha dejado de sonreír y de tomárselo con calma...».
Me despedí, lógicamente, con una sonrisa y, decidí que así iban a ser mis días: sonrientes.

Todos tenemos una balanza invisible. Una balanza en la que sopesamos pros y contras. Cosas buenas y malas. Días malos, días buenos, años para olvidar, años para repetir... decisiones, opciones, prioridades.
La próxima que vez que vayáis a sopesar algo, hacedlo con el corazón. La felicidad depende de uno mismo, no de las cosas que nos pasen. Todos los días son especiales, disfrutadlos como tal. Y sí, la vida nos va a dar muchas hostias, pero ninguna que no podamos soportar.
Yo he tardado un poco en entenderlo. Seguramente, un día no muy lejano, lo olvide. Ese día estaré triste, lo veré todo negro, no sonreiré y querré que se me trague la tierra. Ese día dadme un tirón de orejas, sonreídme. Porque ese día, cuando vea a alguien sonreír, sabré que estas palabras marcaron un antes y un después.

No quiero despedir este año sin hacer una especial mención a todas las personas que han hecho posible que este 2011 haya sido tan mágico. A los amigos de siempre y a los nuevos. Porque me han aportado muchísimo. Porque me han hecho reír. Porque me han hecho llorar. Por ser cómplices. Por ser guías. Maestros. Por haber sido y seguir siendo amigos. No voy a nombraros (algo muy mío es mi capacidad para despistarme). Tampoco creo que haga falta.

¡Gracias a todos!

Y recordad:
- Sonreíd - Comed chocolate - No perdáis el tiempo odiando a nadie - Llorad con alguien es mejor que hacerlo solo - No os acostéis enfadados - Si no tienes que luchar por ello... no merece la pena - Di «Te quiero» en voz alta - Cuando te enfades, piénsalo, ¿te va a importar dentro de cinco años? - Haced fotos - Vivid el momento...

Y si no me da tiempo a entrar estos días: ¡FELIZ 2012!

25 dic 2011

DOMINGO CAZA-PALABRAS

«Desde que descubrí los libros y las bibliotecas, para mí, cada día del año es Navidad»



¡Feliz Navidad! (por enésima vez)

22 dic 2011

EN EL DÍA MÁS CORTO

Queridos lectores, lectoras, amigos, amigas, escritores, escritoras y buceadores en la red, hoy es el día más corto del año. Hoy es el solsticio de invierno y, como todos los pueblos de la humanidad, el nuestro lo celebrará el sábado por la noche.
Como comprenderéis no iba a dejar pasar la oportunidad de felicitaros estas fechas.
Algunos creen que son fiestas comerciales, otros (con gran acierto) inventan formulas para felicitar estos días, muchos mandan postales, a todos nos invade cierta morriña infantil que hace que sonriamos más (son los espíritus de Navidad)...

Por eso os deseo a todos unas felices fiestas rodeados de vuestros familiares y amigos. No voy a desearos regalos materiales, porque los regalos que más se valoran son aquellos que son esenciales (y por tanto, invisible a los ojos).

Estos días leed mucho y soñad mucho más. Cazad palabras, repartid besos y ocho abrazos al día. Pero, sobretodo, sonreíd. Cuando vayáis por la calle, cuando salgáis de una tienda, cuando deseéis «Feliz Navidad», cuando abráis un regalo, cuando lo entreguéis. Sonreíd cuando os levantéis, cuando la noche os abrace, cuando leáis un sms, un email, esta entrada de blog...
Sonreíd, aunque la tristeza vaya a vuestro lado. Porque aunque hoy sea el día más corto, puede ser el más luminoso por vuestra sonrisa.

Os regalo algunas de las mías:


¡¡Felices sonrisas!! ¡Feliz Navidad!

Mai

Imagen1: HP y El Prisionero de Azkaban.

Imagen2: Hace muuuuuuuuuuchos años, un montaje que hizo mi amiga Irene.

18 dic 2011

LOS SUEÑOS SON COMO LOS ÁRBOLES...

...no hay dos iguales.

Desde hace ya mucho tiempo creo firmemente que hay dos tipos de personas: las que tienen objetivos y las que tienen sueños (ahora habrá alguien que dirá que son lo mismo... ¿seguro?)
Las primeras no son ni la mitad de felices que las segundas. Eso sí, no se llevan muchos disgustos (debían tener sus ventajas).
Anoche me descubrí haciendo esta reflexión:
«Los sueños son como los árboles. Cada uno es distinto. Tienen sus raíces, su tronco, sus ramas y sus frutos».
Y lo que más miedo da, es cuando llega la hora de la cosecha. Cuando hay que recoger lo que tanto has ansiado. Por lo que has luchado.
Porque los sueños tienen eso: Que te incitan a luchar.
Los sueños son el viento que impulsa nuestras alas.
Y nos da un miedo terrible que se hagan realidad porque, después, ¿qué hay?. Lo mejor de que un sueño se cumpla es que puedes buscarte otro.
Las semillas de mis sueños son letras. Echaron raíces fuertes y distintas entre ellas. Su tronco se construye de páginas de libros que voy leyendo. Cada libro es un anillo más. Sus ramas se extiende hacia el cielo como queriendo tocar el cielo, el sol, la luna y las estrellas. En sus hojas hay palabras. ¿El fruto? Lo desconozco aún. Será delicioso, eso seguro. Porque elegiré las palabras que compongan la receta más dulce.
Palabras azules, de chocolate, de algodón de azúcar. Las habrá claras, directas y, algunas, punzantes. También prístinas, elegantes y risueñas. Serán luz entre las tinieblas.
Y aún así, al igual que tú, también tengo miedo.
Pero cuando el sueño esté frente a ti. Cuando puedas acariciarlo con las yemas de tus dedos. Cuando llame a tu puerta y apoyes tu rostro en la madera. Cuando te tiemblen las rodillas, las manos, el alma y el corazón. Cuando sientas la calidez del sol rozando tus mejillas... No le des la espalda.
Has luchado por él y te lo mereces.
Has llorado, has sentido rabia, ganas de rendirte. Te has caído y te has vuelto a levantar. Sabes que no será la última vez que lo hagas pero, ¿y qué?. Si lo que quieres no requiere esfuerzo, no vale la pena.
Y a pesar de cuánto duele, tu sueño no mengua. Crece cada día. Tú creces cada día.
Así que acéptalo. Cuando llegue el momento de recoger el fruto, ¡hazlo!.
¡Vive tu sueño!
Porque si no lo haces, te arrepentirás toda tu vida.

«Estamos hechos de la misma materia que los sueños.» W. Shakespeare


Imagen: El árbol de la vida. Página Pixie

8 dic 2011

EL DÍA QUE MR. ROCHESTER...

...SE VOLVIÓ ATRACTIVO, EN TODOS LOS SENTIDOS.

Querida Charlotte,

Te escribo, a través del tiempo y de la distancia, con la esperanza de que te hagas una idea de cómo van las cosas por aquí. En el sentido literario, claro. Si te cuento cómo van a nivel social, económico y demás... casi, casi, te envidiamos y todo.
Por desgracia, te fuiste antes de ver como los hermanos Lumière inventaban el proyector de cine. Para que me entiendas. El cine es el lugar al que vamos a ver historias en movimiento. Es como si alguien las leyera en voz alta y cambiara su tono de voz y su registro, según el personaje. Seguro que tú, Emily, Anne y Branwell lo hicisteis a menudo.
Pues bien. Sesenta y siete años después de que Jane Eyre fuera publicada, la llevaron al cine por primera vez. Y digo «por primera» porque, entre versión y versión, llevamos una veintena. Sin contar musicales, obras de teatro, comics, libros ilustrados y toda clase de diseños (vestuario, joyas...) e historias «inspiradas en». Espera, espera, que hay más. También se han escrito ensayos (algunos buenos, otros malísimos... uno, sobre tu vida, interesante y aburrido a la vez. ¿Adivinas quién lo escribió?) y, por supuesto, novelas que, sin poder evitarlo, sus autores te admiran tanto, que tu libro de Jane Eyre es protagonista sin pretenderlo (¡¡Pedazo subordinada que acabo de hacer!! ¡¡A saber si las comas están en su sitio!!; en fin, sigamos).
Por haber, hay hasta una versión de cine hindú (Sangdil, 1952).

Si eso, para ti, ya es abrumador. ¡Qué decir de tus lectores! En los foros de literatura, el debate está servido. Hay, aunque no se reconozca mucho, un pique entre Austenianas y Brontenianas (en realidad, a todas nos gustan las obras de todas).
Son estas lectoras fieles (también ellos) las que más se indignan con los productores (señores que sólo miran por su bolsillo) Analizan frase por frase, escena a escena, encuentran fallos hasta en las comas (imagínate si escribiese yo el guión) y, por supuesto, se indignan. Mucho. No sé si tanto como yo. Pero casi, casi.
Como lectora entusiasta de tu obra, he visto todas las versiones a las que he podido acceder. Es decir, unas cuatro.
Y para qué seguir prolongando mi veredicto: Soy fan de Jane Eyre (2006).

[Nota para mis lectores: ¡¡Qué queréis!! ¡¡A ella todavía no se lo había dicho!!]

Es verdad que cuenta con la ventaja de que no es una película (duran unas 2 horas... 4 si son hindús) y que, por lo tanto, han podido detenerse en los pequeños detalles, se ha trabajado mucho el lenguaje corporal de los actores (vamos, los han exprimido como naranjas)...

Decidí en su día que jamás volvería a ver otra adaptación y, justo en ese preciso momento, Hollywood anunció una nueva.
Hollywood es un grupo de gente que le gusta destrozar los mitos europeos y las obras de autores no-norteamericanos. ¡Y a Dios gracias! En esta ocasión, al parecer, la BBC ha puesto un poco la cucharada...

Y aquí, empieza mi crítica a la nueva Jane Eyre (2011)

El señor Rochester ha tenido infinidad de rostros. Así, a bote pronto (vamos, «sobre la marcha»): Orson Welles, Charlton Heston, Timothy Dalton, William Hurt, Ciaran Hinds y los dos últimos, adorados por mi persona, Toby Stephens y Michael Fassbender.

Te voy a hablar de Michael.

Cuando tú describías a Edward Rochester, lo hacías como un ser amargado, cínico, brusco, retorcido, oscuro y poco atractivo. Feo, directamente.
Pues no te han hecho caso NUNCA. Que sí, que para gustos colores, pero ninguno como el último (ni siquiera Toby) y para muestra, un botón:

En su defensa diré que su actuación -lejos de encajar en el personaje- ha sido bastante aceptable. Digo «lejos» porque parecía de todo menos ofuscado por su vida, y no terminaba de tener esa chispa que caracteriza al señor Rochester. Vamos, que han querido darle un toque Darcy-sex-symbol. Sale de refilón su trasero (¡¡Despistadas!!) y le queda muy bien el vestuario victoriano (a él y a Toby, a Colin, a Gerald... a todos, en general)

Pero voy a quitar la tirita de una vez. Con un poco de suerte, duele menos.

Jane Eyre (2011) es un corta y pega. No puedes evitar cierta sensación de dejà vú escena tras escena. Que sí, que vale, que no se puede ser original y que es normal. Pero es que, en mi humilde opinión, no costaba nada esperarse diez años para rodar otra película. Sólo para que nos olvidáramos de las otras.
Aunque de poco les ha servido con Orgullo y Prejuicio y, aprovechando que lo menciono, ¿qué eran esas escena bucólicas, cámara en mano, llenas de flores, como si estuviéramos en un día soleado paseando por la campiña inglesa? ¡No es Orgullo y Prejuicio! ¡Es Jane Eyre! ¡Es oscuridad! Tormento, traición, desesperación... ¡¡Había demasiada luz!! Se distinguían todas las habitaciones de Haddon Hall (Haddon Hall es una fortificación medieval donde se han rodado las tres últimas Jane Eyre (1995, 2006 y la presente), Orgullo y Prejuicio (2005) y unas cuantas más)
La película es lenta y, por desgracia, Mia Wasikowska es totalmente plana, salvo en los momentos de desesperación. No sonríe y Jane sí que lo hace. La fuerza de los sentimientos debería de caer en ella. Jane es la protagonista, ella cuenta su historia en primera persona, el lector pasa por todos los estados sentimentales posibles... y, esta vez, no lo ha conseguido. Veía Jane como... no veía a Jane.
Esto provoca que, dos de las escenas determinantes lleguen precipitadas, duren poco y no contengan sentimiento alguno. Te dejan vacío.

Eso sí, el peinado ese le queda fatal a todas (menos a Keira Knightley) con lo que estéticamente hablando, el aspecto de Jane se refleja bastante bien.

A ti, entre nosotras, también te quedaba un poquito mal, ¿eh?

Pero, siempre hay un pero. Hubo algo que me gustó mucho. La escena de la biblioteca. Todo (luz, escenario, actores, guión) se fusionaron para dar vida, por primera vez en una hora y media, a uno de tus capítulos.
La angustia y el dolor que transmitió Mia, la rabia y la desesperación de Michael, se equilibraron de tal forma que no pude reprimir mi satisfacción. Ahí sí que fueron Jane y Edward (sólo unos segundos, pero menos da una piedra)


Lamentablemente, querida Charlotte, voy a tener que dejarte. No tardaré mucho en volverte a escribir; eso sí, intentaré ser más breve. No sé qué me pasa que cuando escribo a un escritor, me enrollo como las persianas (esta expresión creo que no la conoces jejeje)

Con todo mi cariño y admiración, tuya siempre,
Mai

Lo mejor: Que ahora la crítica no deja de hablar de las hermanas Brontë (y por supuesto, de esta maravillosa versión) y, totalmente subjetiva... Michael Fassbender.
Lo peor: Que Jane Eyre se limite a esto.
La frase: «Eres tan frágil entre mis manos...» - Rochester.
La Escena: La biblioteca.
Mi recomendación: Id a verla. Aunque sea para entrar en los páramos donde las hermanas crearon tanta belleza. Oscura, pero belleza.

[Aunque se hayan hecho alusiones a Orgullo y Prejuicio, no confundir épocas. Jane Austen era de la regencia y Charlotte Brontë, victoriana. Por si acaso]

5 dic 2011

JANE EYRE - BBC


Título Original: Jane Eyre
Género: Drama
País y Año: Reino Unido - 2006
Producción: BBC
Dirección: Susanna White
Guión: Sandy Welch
Reparto principal: Ruth Wilson (Jane Eyre), Toby Stephens (Mr. Rochester), Pam Ferris (Grace Poole), Lorraine Ashbourne (Mrs, Fairfax), Tara Fitzgerald (Mrs Reed), Francesca Annis (Mrs Ingram), Christina Cole (Blanche Ingram).

De las cerca de veintidós versiones que hay de Jane Eyre (JE en adelante), he podido disfrutar de cuatro o cinco. Todas tienen su encanto, pero ésta me enamoró. No tanto como el libro pero, casi, casi.

La BBC grabó una mini serie de cuatro capítulos de una hora cada uno.

[Advertencia: Os voy a contar muuuuuuuuuchas cosas. Cuidado]

1er capítulo
La acción transcurre en la infancia de Jane. Aparecen los personajes más detestables de toda la historia. Cuando Jane crece, se va a vivir a Thornfield para educar a Adele, la protegida del Sr. Rochester, hombre amargado, cínico, oscuro, viajante incansable en búsqueda de algo que le de un respiro (o alguien).
Un día, cuando Jane se dirige al pueblo, tropieza con un hombre a caballo. El animal se agita y tira al jinete. Tras este desagradable incidente, Jane descubre que ha tropezado con Edward Rochester (su jefe).
Empieza a crecer, entre ellos, una relación extraña e inteligente. Una relación de iguales (aunque no lo son).


2º Capítulo
Después de una noche donde la muerte ha rondado a uno de los habitantes de Thornfield, Jane siente que algo nuevo está naciendo dentro de ella. Un sentimiento que no ha experimentado nunca en su vida.
Pero cuando cree que su existencia empieza a llenarse de luz, descubre que el Sr. Rochester ha dejado Thronfield y no saben cuándo volverá. La tristeza vuelve a los ojos de Jane para marcharse cuando la sra. Fairfax le dice que el señor va a traer invitados (algo que no suele ocurrir).
Aparece en escena una candidata a ser Sra. Rochester: Blanche Ingram.
La llegada de Blanche provoca que Jane descubra algo parecido a los celos.
Una carta requiere que Jane vaya a visitar a su tía y emprende el viaje de vuelta a la casa donde fue tan infeliz.


3er Capítulo
Jane descubre que tiene más familiares, además de su detestable y moribunda tía. Y también se da cuenta de que su vida es mucho mejor que la de sus primas. Pero cuando regresa a Thornfield descubre que el Sr. Rochester va a casarse. Con una esposa en la casa, no hará falta una institutriz. Deberá marcharse. Lo que no sabe es que el Sr. Rochester tiene planes distintos.


4º Capítulo (con spoilers a tutiplen)
Con el corazón destrozado, Jane huye de Thornfield, huye del Sr. Rochester. Quiere dejarse morir. Pero la vida tiene otro objetivo y una familia de hermanos la cuida hasta que se repone.
El destino juega sus cartas de una forma peculiar y quiere que la familia que la ha acogido sea, en realidad, esos familiares que Jane no conocía: sus primos.
Jane recibe una herencia que la convierte en una mujer independiente pero su corazón sigue incompleto.
Una noche cree escuchar una voz que la reclama y, entonces, sabe que debe volver al único hogar que ha conocido.


Un clásico con frescura
Cuando un libro se lleva al cine (o a la TV) siempre pasa lo mismo. Unos lo alaban, otros lo ponen verde. Con un clásico esto se multiplica. O adoras la versión, o la detestas.
De hecho, mucha gente criticó esta adaptación «adaptada» -nunca mejor dicho- a los nuevos tiempos. A mí no me importó que se excedieran en pasión, qué queréis que os diga.

El trabajo de los actores -en especial de Toby Stephens- es soberbio. Qué decir de la novata Ruth Wilson -una Jane inmejorable-.

Todo fue cuidado al más mínimo detalle, como siempre hace la BBC, logrando que Hollywood quisiera repetir la hazaña (no sé si con tan buen resultado, la verdad. Lo dudo).
Lo que me lleva a pensar que, si ahora es JE, al año que viene Cumbres Borrascosas... no tardarán mucho en sacar una biopic con nuestras queridas hermanas.

Y aunque os parezca extraño, esta versión está doblada al castellano. Pero recomiendo verla en versión original. Casi, casi, os obligo a verla en inglés. No os arrepentiréis, de verdad.

¿Ahora? ¿Qué hacéis? ¡¡Leeros el libro!! ¡¡Disfrutad de la mini serie de la BBC!! Y luego, me contáis.

Os dejo el enlace a un fan trailer que resume bastante bien la historia.

Lo mejor: La adaptación en si. Los escenarios, el guión, el vestuario, la música y, por supuesto, los actores.
Lo peor: El doblaje español.
La frase: «¿Y todavía me preguntan porque la quiero? ¿Por qué he desafiado la furia de Dios por tenerla?» - Mr. Rochester (el libro entero)
La mejor escena: Si tengo que elegir, me quedo con la última conversación.

Las imágenes que acompañan a la entrada son de la serie de BBC photoshopeadas por mí (me dio por hacer firmas, wallpapers...)

4 dic 2011

JANE EYRE

[¿Por qué esta entrada? Porque el miércoles voy a ir a ver la última versión cinematográfica de la novela. Porque todavía no había hablado de este libro y porque, como algunos sabéis, es mi novela preferida. Soy una chica Jane Eyre]

Título: Jane Eyre
Autora: Charlotte Brontë
Año: 1847
Traducción (preferida): Carmen Martín Gaite
Mi ejemplar: Alba editorial

[Advertencia: Esto no es una crítica literaria]

Para ir abriendo boca:
«Jane Eyre es una niña de diez años, huérfana, que vive con la esposa de su tío -fallecido- que la detesta. Jane vive continuamente bajo humillaciones y maltratos pero, a pesar de los momentos malos, Jane encuentra, entre las páginas de los libros, una vía de escape. Una tarde, mientras lee, su primo le ataca y discutiendo, Jane le lanza un libro y le abre una brecha en la cabeza.
Ahora su tía tiene la excusa perfecta para deshacerse de ella.
Tras ser castigada, la familia recibe la visita del director de un internado para niñas. Jane es enviada a Lowood, una institución donde experimentará lo más parecido a la felicidad y lo que es perder a quien quieres.
Jane conoce a la que será su mejor amiga, Helen; y lo más parecido a una madre, Mrs. Temple.
Cuando Jane cumple 18 años, habiendo recibido una formación y siendo, desde entonces, institutriz en Lowood, decide buscar empleo en otro lugar.
Un día recibe una carta solicitando sus servicios para educar a la protegida del Sr. Rochester, así que debe trasladarse a Thornfield Hall, un lugar que cambiará su vida para siempre».

Charlotte Brontë y sus hermanas

Charlotte Brontë nació en Thornton (Yorkshire) en 1816. Hija de un clérigo y con cinco hermanos, en 1820, su padre es nombrado rector de Haworth. Un año más tarde falleció su madre y vino una tía, muy estricta, a hacerse cargo de ellos.
Fue entonces, cuando en medio de los páramos, de la soledad y la tristeza, los hermanos Brontë empezaron a crear un mundo fantástico a su alrededor: Los reinos de Angria.
Las hermanas mayores de Charlotte, enfermaron de tuberculosis en el colegio al que asistían -y en el que se inspiró Charlotte para Lowood- y murieron poco después.

Dice la leyenda que las hermanas Brontë -Charlotte y Emily (quién sabe si Anne entró en juego)- hicieron una apuesta. Emily escribió Cumbres Borrascosas y Jane le recriminó que todas sus protagonistas fueran hermosas. Jane apostó que una protagonista fea podía cautivar al público y escribió Jane Eyre («¿Qué piensa? ¿Que porque soy pobre, fea, oscura y pequeña, no tengo corazón?»)
Se desconoce quién gano. Ambas novelas fueron y son maravillosas. Cada una a su manera (este es el punto en que mi prima Lales y yo, nunca logramos ponernos de acuerdo).


Perdidas en los páramos
En una época donde la mujer vivía encorsetada, Emily, Anne y Charlotte eran almas atrapadas que sólo eran libres cuando escribían. Los libros, la poesía, eran sus vías de escape.
Charlotte escribió: El Profesor, Jane Eyre, Shirley y Villette (inspirada en su hermana Emily)
Anne escribió: Agnes Grey y La inquilina de Wildfell Hall.
Emily, por desgracia, sólo escribió Cumbres Borrascosas (pregunta de Trivial que Jorge acertó gracias a mis continuas palizas brontenianas).

Sus novelas son oscuras, apasionadas, tormentosas, llenas de amor, de odio, de personajes tan libres como esclavos de sus sentimientos. Aliñados con un ambiente victoriano, donde tras la penumbra se esconden secretos que pueden romper en mil pedazos la esperanza.
Una verdadera delicia. Así, sin más. Replicadme los que las hayáis leído... si podéis.

Y ahora, ¿qué?
Esta no es la última entrada de Jane Eyre. Mañana cuando tenga un hueco os hablaré de una de las 22 versiones y el miércoles, cuando vuelva del cine, os hablaré de la nueva. Sí, seré monotemática, lo siento.

Continuará...

Besos victorianos ;)

3 dic 2011

¿POR QUÉ HAY CHIC@S QUE NO LEEN?

Gracia es una joven preciosa. Es inteligente, guapa, simpática y tiene una sonrisa muy graciosa. Una sonrisa que ilumina los lugares en los que está. Es fácil, entonces, que cuando no lo hace, me preocupe.
Es una buena compañera, dinámica, valiente, una enamorada de la vida. Se le nota y lo contagia. Cada vez que dice «Buenos días» y sonríe... el día va genial.

Pero, echemos la vista atrás. Bueno, la echo yo.

Los primeros días de clase hicimos muchos juegos. Algunos para conocernos mejor, otros para fomentar el espíritu de equipo, unos poquitos para ser optimistas... De todas las dinámicas, hubo una que me sorprendió bastante.
El profesor nos daba dos opciones a elegir una y nosotros debíamos posicionarnos. No valía «estar» en las dos.
Cuando ya llevábamos un buen rato jugando, ya sabíamos quiénes preferían la playa a la montaña, quiénes les encantaba el cine... Y entonces, llegó la pregunta: Leer un libro o nomeacuerdodelaotraopción.

Me posicioné enseguida. En mi lado eramos cinco. En el otro, el resto de la clase. Gracia, entre ellos.

Gracia cree que no le gusta leer.
Y digo «cree» porque estoy segura de que lleva una lectora apasionada en su interior. Si no, preguntadle qué está leyendo ahora y si le gusta.

Tras pasar muchos días hablando de libros, intercambiando opiniones y rebatiendo; se llega a la terrible conclusión de que hay gente que no lee porque le han obligado a introducirse en historias que detestan. No es lo mismo leer El Quijote con 13 años, que hacerlo cuando uno desea. No es lo mismo leer San Manuel Bueno Mártir con 15, que hacerlo con 25 (aunque, personalmente, a mi me encantara a mis quince).

«No habéis encontrado el género que os gusta». Fue mi sentencia. Clara, directa.
«Tráeme uno para probar». Fue la sugerencia de Gracia. Y lo hice. Y ahora lo está devorando... se lo está pasando genial.

Entonces, otro compañero dijo en voz alta, algo que yo no me había planteado: «¿Qué vas a hacer? ¿Una campaña para que todos terminen leyendo?».
Pues no es mala idea.

La excusa que te pone la persona que no-lee es siempre la misma: «No tengo tiempo». Pero tiene tiempo para ir al gimnasio, para ver la tele, para jugar a la Wii o, incluso, para estar echado en el sofá sin hacer NADA. Pero les faltan 5, 10 o 15 minutos para leer UN capítulo antes de ir a dormir.
Ese es uno de mis objetivos para el 2012. Que mis compis lean, por lo menos, un capítulo antes de irse a dormir. Eso sí, sin obligaciones y siempre sabiendo que lo que van a leer les va a gustar.
Porque, leyendo, no sólo cometemos menos faltas de ortografía, ni viajamos a lugares maravillosos, conocemos gente estupenda y fantástica...etc. También cuidamos nuestra salud.

Sabíais que...
- Cuando leemos entrenamos el cerebro. Hacemos que se mantenga activo y, de ese modo, podemos disminuir el riesgo de padecer Alzheimer.
- Por su puesto que esa actividad incrementa la capacidad de concentrarse.
- También la lectura relaja. Desconectamos de los problemas.
- Nos facilita el descanso y, de hecho, se descansa mejor.
- Y, como le dije a Débora el viernes: Leer más, te ayuda a la hora de redactar. ¿Qué tiene que ver eso con la salud? A la hora de presentar un trabajo, mucho. Si redactas bien, la nota es mejor y por tanto, tu estrés disminuye considerablemente.

Así que leed. Leed porque os gusta, porque os encanta. Porque sois cazadores de palabras, porque desde el momento en que juntasteis la M con A y dijisteis MA, ya no habéis podido parar. Por vuestra salud, por vuestros hijos, por la cultura o, sencillamente, leed para soñar. Para escapar del mundanal ruido.

Chicos, chicas aquí os dejo las ventajas y desventajas de:
Salir con una chica que lee.

Y...
Nadie dijo que fuera fácil.

Y si tengo suerte y algún profe se pasa por aquí: «Por una vez (un trimestre, aunque sea (aunque claro, no sé cómo va ahora el tema «lectura»)), dejad que ellos elijan. Que sí, que es más faena para vosotros. Pero merece la pena. Merece que los alumnos elijan por si solos. Ellos se lo merecen. Para que lean, para que descubran, para que se apasionen y vean el mundo con otros colores. Para que la lectura no sea una cadena, sino las alas que les den libertad

¡Feliz lectura, cazadores!