Os dije que febrero era especial... Quien avisa...
Así que os traigo la caza más rápida de la historia de Cazadora de Palabras. Su protagonista ha respondido a las preguntas con tanta premura que qué menos que responderle de igual forma.
Porque esta entrevista podría haberla publicado el 11 de febrero (venga, preguntadme porqué), pero no.
Como sabéis los «cazados» son personas que admiro por su trabajo pero, sobre todo, por atreverse a luchar por sus sueños. Cazadores, os presento a Miquel Peidro... tiene la habilidad de hacer soñar (junto con sus compañeros) a dos millones de espectadores.
Miquel Peidro en primera persona... Soy un guionista sin aspiraciones de ser otra cosa en el mundo del audiovisual más que guionista.
Maite:
Siempre te gustó contar historias. Un día cuelgas los estudios
(Derecho) y decides dedicarte a lo que, de verdad, te apasiona. ¿Te
formarse para ser guionista? (¿Dónde, cómo...?)
Miquel
Peidro: Mi hobbie siempre ha sido escribir. Los primeros premios y
reconocimientos me llegaron cuando iba al colegio en forma de
concursos provinciales de redacción con cualquier motivo (Día del
Árbol, Día del Libro...) y de teatro infantil. Después me
engañaron en unas sesiones sobre la Universidad y comencé a
estudiar Derecho. Nunca me lo tomé demasiado en serio y tampoco supe
de qué lado de la ley estaba lo que te explicaban. Hasta que hice en
Valencia un cursillo cuasifilosófico sobre escritura de guión y
descubrí que en la UIMP de Valencia se daban unos cursos bianuales
sobre escritura audiovisual (cine y televisión). Los profesores eran
cualificados profesionales, tal vez los mejores profesionales del
momento. Hice esos cursos y luego otros cursillos con los que
complementar el aprendizaje.
M: ¿Qué
obstáculos has encontrado en tu camino? ¿Y cómo lo has enfrentado?
MP: Los
obstáculos habituales: no hay demasiada oferta, los equipos están
más o menos cerrados... A mí, por suerte, me ayudó mucho el hecho
de que algunos de los profesores que tuve han estado en proyectos
para los que contaron conmigo o me recomendaron para otros trabajos.
Ahora, cuando ya caminas solo, el mantener la relación con los
compañeros cuando no estás trabajando ayuda mucho.
M: Un
obstáculo habitual en la vida de quienes escriben es la hoja en
blanco. ¿Cómo superas un bloqueo creativo? (si alguna vez lo has
tenido)
MP: Cuando
trabajas en un medio tan exigente como la televisión no te puedes
permitir los bloqueos porque hay unos plazos muy estrictos que no
admiten demora. Nosotros trabajamos todas las horas del día aunque a
veces parezca que estamos paseando. Las cosas salen a base de
esfuerzo y si la solución no te parece la mejor, coloca la que
tengas y sigue pensando sobre ello. Por mejora de la que hay, por
oposición a la misma... al final encuentras la opción que andas
buscando.
M: ¿Cómo
es un día en la vida de Miquel Peidro?
MP: Pues
depende del día de la semana. Lunes y martes ando de reuniones en
Madrid; miércoles escribo lo que me corresponde; jueves y viernes
coordino las escaletas de los capítulos semanales; y sábado y
domingo para preparar la reunión del lunes siguiente. Así más o
menos todas las semanas.
M:«Hay
que darle al espectador no lo que quiere, sino lo que necesita». La
frase es de Joss Whedon pero, según tú, ¿qué necesita el
espectador?
MP: Que se
le creen expectativas, emociones continuadas, que le hagas sonreír,
reír, enfadar, llorar... Sobre todo que lo que ve no le deje
indiferente y ni un segundo para el aburrimiento.
M: ¿Qué
requisitos debe cumplir un buen guión?
MP: Yo
creo que debe conseguir los objetivos que pretende, que coinciden
básicamente con los ingredientes dados para generar interés en el
espectador. Ello conlleva una construcción de personajes potentes,
coherentes, que persigan unos objetivos y que encuentren obstáculos
para la consecución de los mismos. Esto significa que la historia
también cumplirá con los requisitos de interés que debe tener.
Pero bueno, yo no soy muy partidario de seguir con los preceptos de
los teóricos a pies juntillas y creo que si a veces hay que romper
la ortodoxia para conseguir que el espectador se mantenga enganchado
a lo que se le propone, adelante con ello.
M: De las
facetas de un guionista (argumentista, dialoguista...) ¿En cuál te
sientes más cómodo? ¿Qué te gusta de cada una de ellas?
MP: Todas
son bonitas. La faceta realmente creativa está en la argumentación
y las escaletas, que es donde se crean las historias. Pero unos
diálogos potentes y atinados realzan el valor de las historias y
tienen una importancia capital.
M: ¿Qué
te resulta más atractivo? ¿Desarrollar el arco de transformación
de un protagonista o del antagonista? ¿Por qué?
MP: Lo
mismo, los dos son atractivos. En cualquier caso, los antagonistas
suelen tener un encanto especial. En general, cuando algo funciona en
televisión, el “malo” suele ser la estrella de la función. Me
gusta mucho ahondar además en sus debilidades, en la parte humana
del villano, aunque luego haga la barbaridad más grande que se pueda
imaginar.
Fernando (Carlos Serrano) y Gonzalo (Jordi Coll) Antagonista y prota
M: Estás detrás de historias como L'Alqueria Blanca, Lalola, El secreto de Puente Viejo, Aquitania; cortometrajes (como Rufino que estuvo nominado a los Goya en 1998), obras de teatro,... ¿Qué proyecto has disfrutado más? ¿A qué personaje y/o escena le tienes más cariño?
MP: La
verdad es que los he disfrutado todos, pero lo de El secreto de
Puente Viejo está siendo especial. Es difícil poder ser
partícipe de un éxito y esta serie sin duda lo es, con lo que todo
lo que la rodea hasta ahora está tocado por un halo de optimismo y
de felicidad. Todo lo que generó Rufino en su momento fue muy
bonito de vivir, porque era la primera experiencia a ese nivel y en
la juventud parece que las cosas se viven con mayor ilusión e
intensidad. Y también me siento un privilegiado porque he colaborado
en algunos guiones para un monologuista extraordinario que es el
señor Corrales, y ha sido casi una diversión más que un trabajo.
M: En El
secreto de Puente Viejo hay algo que me encanta: El lenguaje. Podría
decirse que es uno de los muchos sellos identificativos que tiene la
serie. ¿Qué crees que es más difícil? ¿Escribir los diálogos o
que los actores los interpreten con naturalidad?
MP: Pues
no sé el trabajo que les costará a los actores, pero lo cierto es
que están haciendo un gran esfuerzo por aprender los diálogos y
repetirlos con puntos y comas. El lenguaje que utilizamos fue una de
las grandes preocupaciones en el momento del arranque hasta que se
decidió unánimemente que estuviera inspirado en la época que nos
ocupa. Si no se ajusta por completo a la realidad, al menos lo
parece. Esto, que al principio nos daba un poquito de miedo, se ha
convertido como tú dices en seña identificativa de la serie y a los
espectadores les ha encantado.
M: Por
cierto, ¿para cuándo un poco de alegría? Que tenéis a los foros
echando chispas...
MP: Es que
el culebrón es sufrimiento y nuestro modelo son los grandes
folletines de época. Aquí, como dicen nuestros actores, «el que
sonríe, que se prepare», porque efectivamente los momentos de
dicha suelen estar dispuestos para que sean el prólogo de otro gran
drama o de otra gran pasión no correspondida... En fin, que para
compensar un poquito, ahí está la familia Mirañar, ¿no?
M: La verdad es que, visto así, son los más felices de la serie... Estáis
batiendo records de audiencia, ¿cuál es el secreto de ESDPV?
MP: Eso no
se puede saber, pero a nivel nuestro es sin duda la confianza en el
producto y en el trabajo que cada uno ha sentido desde el primer
momento. Nos ha permitido trabajar con una libertad en las propuestas
que ha favorecido una coherencia y un poder ir estructurando las
historias incluso a largo plazo. Y con respecto a los guiones, el
trabajo de un gran equipo y el talento y la seguridad que nos
transmite de Aurora Guerra, la creadora de la idea original.
M: Cuando
estás en el «otro lado», el del espectador, ¿qué tipo de series,
películas te gusta ver?
MP: De
todo tipo, pero me encanta la comedia.
M: Miquel,
¿cómo se vive el fenómeno fan?
MP: A
nosotros no nos repercute, pero yo creo que se debe vivir con
naturalidad. Hay que estar agradecido a los fans por el cariño que
profesan, pero indudablemente tienes que estar a la altura de su
entusiasmo, saber corresponderles... Sin fans, las series no podrían
sobrevivir y hay que tratarles como se merecen aunque sea a costa de
perder un poco de intimidad. Y aunque los guionistas somos
afortunadamente personas bastante anónimas, a raíz de esta serie si
que me han reconocido alguna vez y me han parado por la calle para
preguntarme o sugerirme cosas. Y una vertiente fan a la que debemos
atender y que es de nuevo cuño es vía redes sociales. A mí me ha
contactado gente que no conozco para felicitarme, reñirme... La
verdad es que agradezco cualquier comentario, que todos resultan
enriquecedores. Dedicarle cierto tiempo a estas personas forma ahora
parte también de nuestro trabajo.
M: ¿Cómo
ves el panorama actual en el mundo del guionista? ¿Y el futuro?
MP: No es
un buen momento. A menos producciones, menos demanda de guionistas.
El futuro a corto plazo se presenta igual. Y a largo plazo supongo
que deberá haber una especie de reconversión del mismo modo que hay
una reconversión del espacio y del sector audiovisual.
M: ¿Qué
te gustaría escribir y aún no te has atrevido/podido?
MP: Empiezo a sentir la necesidad de escribir teatro. Ya lo hice en su
momento, y la verdad es que te concede una libertad creativa (por lo
menos en lo temático) de la que no disfrutas en otros géneros.
Sería una comedia.
M: ¿Qué
libro estás leyendo en estos momentos? ¿Nos los recomiendas?
MP: Soy
muy aficionado al baloncesto y estoy leyendo un libro de un exjugador
que se llama Paul Shirley y que habla de las miserias de ser jugador
sin ser gran estrella. El libro se titula ¿Me puedo quedar la
camiseta?. El siguiente será Bouvard y Pécuchet, de
Flaubert. Me lo ha recomendado Enric Benavent, el Alcalde de Puente
Viejo.
Bouvard y Pécuchet
M: La
mayoría de los lectores del blog escriben, ¿qué consejo (s) le
darías a un escritor novel?
MP: Que
escriban, que al oficio se llega a base de escribir y reescribir, de
ser muy exigente consigo mismo y de pensar que todo se puede mejorar.
De no conformarse con lo primero que sale, ni con lo segundo, ni con
lo décimo. Después, diversificar el esfuerzo con la necesidad de
relacionarse con gente vinculada a los medios a la que puedan
enseñarle el trabajo. Y por último, que confíen en que con trabajo
se encuentra esa pizca de suerte que es necesaria para todo.
M:Ahora
vamos a «cazar palabras». El juego es muy sencillo. A continuación
vas a encontrar un grupo de palabras y tienes que escribir lo primero
que se te pase por la cabeza (una palabra o una frase) ¿Preparado?
Alquería:
un referente para un audiovisual que agoniza.
Un libro: La conjura de los necios
Un
secreto: si se desvela, deja de serlo...
Un actor:
cualquiera de Puente Viejo.
Una
ciudad: Alcoy.
Una
canción: Una sonrisa, por favor (Orquesta Mondragón).
Un
personaje: Balki Bartokomous (Primos lejanos) [Nota de Mai: Gran serie]
Un viaje:
Laponia.
Un sueño:
siempre hay que tenerlo. Y si se cumple, otro.
Cliffhanger:
así dicho, un tecnicismo; pero en la práctica, la base del guión
televisivo.
M: Muchas
gracias, Miquel. Sé que andas ajetreado y me has regalado un
pedacito de tu tiempo. Ya te mandaré un guión y así me dices qué
te parece (jejeje, es broma)
MP: Pues que no lo sea... Si me lo mandas,
lo leo y te doy mi opinión. Eso sí, dame un poco de tiempo.
M: Miquel, ahora sólo se me ocurren formas de torturar a Gonzalo (jajajajaja)
Ahora ya conocemos un poco más del mundo de los guionistas. Espero que hayáis disfrutado la caza ;)
xxx
Ahora ya conocemos un poco más del mundo de los guionistas. Espero que hayáis disfrutado la caza ;)
xxx
1 comentario:
Una gran entrevista. Con mucho contenido, muy buenas respuestas.
Ya sabes que no conozco la serie, (solo lo que tú me cuentas), algunas escenas, pero me alegro de poder descubrir a su guionista.
Muy interesantes sus palabras, con muchas verdades.
Gran caza amiga!
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