A menos de 48 horas de que podamos disfrutar de El jardín de las hadas sin sueño, Esther Sanz nos regala un pedacito de su tiempo, un cachito de su corazón.
Espero que disfrutéis de esta caza tanto como yo.
Mai: Es de bien nacidos ser agradecidos, así que, Esther, muchas gracias por prestarte a este interrogatorio. Estarás muy liada con el lanzamiento de El jardín de las hadas sin sueño. Prometo ser breve.
Esther: Gracias a ti, Mai, por cazarme... El jardín de las hadas sin sueño acaba de salir del horno y este jueves estará calentito ya en librerías, pero lo que de verdad me tiene liada es La ciudad de la luna eterna (el último libro de esta trilogía).
Ah, yo no prometo ser breve ;-)
Esther escritora
M: Imagina que esta entrevista es cara a cara y en una cafetería, ¿Qué te vas a tomar?
E: Un té verde o cualquier infusión (si puede ser con miel, mejor)
M: Defínete en unas pocas líneas (entre 5 y 10)
E: ¿Te parecen pocas? Yo me definiría en una y aun así no sabría qué poner...
Voy a intentarlo... Soy curiosa, fantasiosa y me gusta contar historias… Por lo demás, no hay nada remarcable. Soy flexible, dudo de casi todo y no tengo opiniones categóricas de casi nada (excepto en lo concerniente a derechos humanos). Me asustan las ideologías absolutas y cualquier forma de violencia, y siento recelo hacia quienes se creen en poder de la verdad.
M: El bosque de los corazones dormidos fue tu primera novela juvenil, ¿qué te impulsó lanzarte a la piscina juvenil?
E: Siempre he sentido admiración por la literatura juvenil. Creo que es un género con mucha magia. Todavía recuerdo con cariño algunos de los libros que leí en mi adolescencia. Algunos de ellos se han ido reeditando y todavía los leen los jóvenes de hoy. Son obras que no pasan, que se leen de generación en generación, y que siguen gustando igual. Yo aún disfruto muchísimo con este tipo de lecturas y me hace mucha ilusión pensar que tal vez mis hijas (que ahora son muy pequeñitas) encontrarán reediciones de mis novelas en las librerías cuando tengan edad de leerlas (es un sueño).
Pero lo que sobre todo me impulsó a escribir una novela juvenil fueron los personajes de El bosque... Todos eran muy jóvenes y casi se imponía escribir una novela de este género.
En cualquier caso me lancé a la piscina con flotador. Mi amigo Francesc Miralles me dio algunas lecciones magistrales de cómo nadar en estas aguas...
M: Esta pregunta es obligada, ¿de dónde salen esos títulos tan bonitos?
E: Me alegra que te gusten... Cuando estudiaba periodismo se me daba fatal: ¡siempre me salían títulos demasiado largos y explicativos! Nunca pensé que aquello que me hacía suspender podía convertirse algún día en una virtud.
En el caso de El bosque de los corazones dormidos, el título explica la historia: los tres personajes principales (Clara, Bosco y Álvaro) tienen el corazón dormido y se refugian en un bosque para enfrentarse a su dolor... Para El jardín de las hadas sin sueño, al principio, había elegido otro título, pero la editora de Montena (Gemma Xiol) me dijo: “¡No puede titularse así! Queremos un título igual de poético que el primero”. En ese momento pensé que había que repetir algunas de las cosas que más habían gustado de El bosque, como el cuento que da título a la novela y el propio título... Y así surgieron ambas cosas. En La ciudad de la luna eterna también hay una leyenda-cuento relacionada con el título.
M: ¿Qué género prefieres escribir? ¿Y leer?
E: Nunca pienso en el género cuando escribo, sino en las historias… Creo que deben ser ellas las que marquen el género y no al revés. Hasta el momento, las novelas que he escrito tienen un mismo denominador común: el amor. Así que, por el momento, ese es mi género favorito a la hora de escribir.
En las lecturas me pasa un poco lo mismo. Me gusta leer de todo, pero si hay una historia de amor por medio, me engancho mejor a la historia.
M: ¿Cuál es tu libro de cabecera?
E: No sabría decirte... No hay un libro al que recurra una y otra vez. ¡Hay tanto por leer y tan poco tiempo para hacerlo!, que prefiero descubrir nuevas lecturas. Cuando era más joven, y algo más insegura (todavía lo soy), solía consultar un libro de autoayuda que me regalaron dos amigas: “Tus zonas erróneas”, de Wayner Dyer. Es uno de los pocos libros que tengo subrayadísimo y cuyo efecto en mí era casi inmediato: me hacía sentir mejor.
M: ¿Y el libro que marcó tu infancia?
E: Hay unos cuantos... (muy distintos entre sí) que me marcaron de un modo especial: Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, Los escarabajos vuelan al atardecer de Maria Gripe, La isla del tesoro de Robert L. Stevenson y El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett (Nota de Mai: ¡¡Ay!! A mi de esta mujer me encantan La Princesita y El pequeño Lord). Hay influencias de los cuatro en la saga de El bosque.
M: Tú nos has regalado tus palabras, ¿Qué te han regalado tus libros?
E: Muchos momentos felices. No sólo me he sentido muy feliz escribiendo y fantaseando esas historias, sino que además he conocido gente increíble que me ha regalado momentos muy bonitos con sus comentarios, sus ánimos, sus palabras... Nunca pensé que escribir (que es algo que hago de forma egoísta) pudiera recompensarme de esta manera.
M: Cuéntanos una anécdota que hayas vivido a raíz de tus libros (con los lectores, los editores...)
E: Hace un mes, estaba en una cafetería al lado de una librería, haciendo tiempo para asistir a una charla sobre literatura romántica juvenil, cuando se acercaron a mí tres personas (una chica jovencita y sus padres) y me preguntaron si yo era Esther Sanz. Nunca antes me había ocurrido algo así y me quedé muy sorprendida. Me senté con ellos a tomar un té y me explicaron que los tres habían leído El bosque y que les había gustado mucho. Me encantó charlar con ellos porque representaban un tipo de lector muy distinto, y los tres se habían fijado en cosas diferentes. La idea de que toda la familia compartiera la misma lectura me pareció increíble ¡Fue muy emocionante!
M: ¿Alguna vez te has encontrado con un «no» (editorialmente, hablando)? ¿Cómo te enfrentas a él?
E: Mi segunda novela Los siete soles de la felicidad se llevó algún “no” hasta que apareció el “sí”.
Una editora lo tuvo varios meses en su mesa pensando si publicarlo o no… El día en que por fin se decidió y dijo que no lo publicaría porque “no acababa de encajar en el género romántico”, me compré una tarrina de helado de chocolate belga y dejé escapara alguna lagrimilla.
Al día siguiente, me puse las pilas y pregunté a un buen amigo si sabía dónde podía encajar mi novela... Las negativas nunca son agradables, pero te ayudan a ser fuerte, a no rendirte y a luchar por lo que crees.
M: Ken Robinson dice «Si no estás dispuesto a equivocarte, nunca llegarás a nada original»... ¿Qué dice Esther Sanz sobre equivocarse? ¿Y sobre la originalidad?
E: En Los siete soles de la felicidad le dedico un capítulo entero al tema del fracaso y al valor de intentar cosas nuevas y originales... ¿Me dejas que te cite algo que dice John Sunman, uno de los protagonistas? Mi opinión es idéntica a la suya ;-)
Los fracasos no son más que oportunidades de oro que nos da la vida para hacerlo mejor, para superarnos. Y es el propio miedo al fracaso lo que hace que fracasemos antes de intentarlo y que nos movamos en la mediocridad. Paralizados por el miedo a perder, perdemos antes de intentarlo, ya que no nos atrevemos a innovar, a apostar, a jugárnosla para hacer algo diferente o mejor aún, algo que no haya hecho nadie todavía.
Que tropecemos es algo inevitable. Pero lo que realmente nos hace crecer es aprender del error, levantarnos lo antes posible y amar siempre lo que hacemos en la vida. Como dijo Og Mandino, “El fracaso es la autopista al éxito”. En ocasiones la vida te golpea, pero no hay que perder la fe, pues sólo así llega el éxito.
M: ¿Cómo es el lector ideal?
E: Para mí el lector ideal es el que vibra y siente algo con la historia. El que la hace suya y conecta con los personajes...
M: ¿Qué te gustaría escribir y aún no te has atrevido?
E: Un diario personal. De pequeña los escribía pero ahora no me atrevo a “pasar a limpio” los apuntes de mi vida. A veces cuesta mucho enfrentarse a los fantasmas propios y “atreverse” a escribir lo que el corazón siente en cada momento. Lo escribiría solo para mí...
M: ¿Qué consejo das al joven escritor?
E: Que fantasee mucho. No hay mejor ejercicio de creatividad que inventar mentalmente historias, conversaciones y situaciones... Para mí es la base y el caldo de cultivo previo para llegar a ser escritor.
M: Para dar punto final a este apartado y, aprovechando que quedan pocos días, ¿Qué nos vamos a encontrar en El jardín? (sin spoilers, ¿eh?)
E: Nos vamos a encontrar a una Clara más madura que después de vivir situaciones muy intensas, siente y piensa de una forma más adulta y contradictoria. Ya no es la chica inocente que llegó a Colmenar… También hay mucha aventura, acción, momentos muy tensos, amor...
Esther soñadora
M: Cuando eras pequeña, ¿soñabas con ser escritora?
E: Sí, es un sueño que tenía de niña pero que al crecer llegué a olvidar… Hace años un buen amigo (Francesc) me hizo esta misma pregunta: “¿Qué soñabas con ser de pequeña?” Cuando le dije medio avergonzada que escritora de novelas de amor, me preguntó muy serio: “¿Y qué te frena?”. Aquel día escribí la primera línea de mi primera novela.
M: ¿Qué siente un corazón cuando despierta?
E: Amor.
M: Imagina una noche de verano, con los pies hundidos en la arena, saltando de estrella en estrella, una, fugaz, se cruza en tu mirada... ¿Qué desearías?
E: Seguir soñando... y publicando.
M: Ahora, imagina que amadrinas sueños, ¿Cuál sería el elegido?
E: Me gusta mucho el sueño de Robin sobre acabar con el sufrimiento que generan las enfermedades relacionadas con la vejez. Amadrinaría su sueño, sin dudarlo, aunque con ello tuviera que comprometer la seguridad de un secreto...
M: Los sueños, ¿se cumplen?
E: Sí, si se desean de corazón. Estoy segura.
Esther romántica
M: Pongámonos románticos. Te voy a pedir que elijas y que me digas el porqué de:
No lo olvides, ¿eh? El porqué también...
E: Vale, aun a riesgo de ponerme cursi...
M: El mejor beso
E: Aquel que sigue calentando el alma años después. Puede ser un beso vivido en primera persona o sentido a través de un libro, una película... Recuerdo que de niña estuve años fantaseando con un beso de película que marcó mi infancia: Los Gonnies. Sucedía en una cueva oscura, con una cascada de fondo...
M: La mejor declaración
E: Suele ser la que no se pronuncia con palabras. ¿Por qué? Porque el alma comprende mejor otros idiomas.
M: El hombre. Perdón, EL HOMBRE (jejeje... yo me debato entre Mr Rochester y Mr Darcy)
E: Te robo a Mr. Rochester, jejeje. Me fascina cómo el amor es capaz de transformar a un personaje cruel, manipulador, cínico y mentiroso... en alguien tierno, vulnerable y apasionado. Esa mezcla hace que sea un personaje muy masculino y muy sexy, pero también alguien muy real y creíble. (Nota de Mai: ¡Otra chica Jane Eyre! *___* )
M: La mejor canción de amor
E: No sé si es la mejor, pero a mí me mueve algo cada vez que la escucho: Total Eclipse of the Heart, de Bonnie Tyler.
M: La frase que marcó un antes y un después
E: En mi vida, creo que ésta: “La vida es un juego y hay que vivirla como un misterio por descubrir, no como un problema a resolver”. Pienso en ella cada vez que me bloqueo o algo me asusta.
Esther cazadora
M: Ahora vamos a cazar palabras. Es un juego muy sencillo. Te voy a dejar 10 palabras y tú, sin pensártelo mucho, vas a colocar al lado lo primero que te venga a la cabeza. Puede ser otra palabra, una frase... lo que tú quieras. Libertad absoluta.
Un libro: Cualquiera que me haga sentir, soñar o emocionarme (o las tres cosas).
Un secreto: No puedo... Jamás los cuento, ni a mi mejor amigo.
Un recuerdo: De niña, mi padre sujetándome en el aire para que yo pudiera caminar por el techo.
Un postre: Cualquiera que tenga chocolate
Un aroma: Bergamota
Un personaje: Alicia (de Lewis Carroll)
Una flor: Laureana
Un actor (para Bosco): Aún no lo han descubierto, pero pronto...
Un amigo: Alguien que saca lo mejor de ti.
Una sonrisa: La de mi hija Martina cuando las dos nos miramos con complicidad.
M: Muchas gracias, Esther. Estamos tachando los días para tropezar con Bosco y Clara.
E: Gracias a ti, Mai, ¡me has hecho pensar en cosas que nunca me había planteado!
Besos con sabor a miel ;)
EDITADO: Chicos, chicas... si alguien tiene algún problema para comentar, por favor, decídmelo. Yo sí que he podido, pero por si acaso, mandadme un email. Lo siento, de corazón.
4 comentarios:
¡Qué entrevista más original! Realmente ha sido como si Esther Sanz nos regalase un trozito de su corazón, como se anuncia al principio. Mientras la leía me he ido haciendo una idea sobre la manera de ser de la autora y me ha dejado con muchas ganas de leer su nueva novela. ¡Ah! Y coincido con su opinión sobre'Tus zonas erróneas' es un gran libro, continua tan vigente como siempre. Saludos.
Eres genial Mai... tus entrevistas son estupendas.
Te leo, y me encantas... sigue así.
Y muy buena Esther Sanz... tiene unas respuestas magníficas...
La parte en al que habla de Francesc ha sido genial(:
Muà preciooosa
Me ha encantado la entrevista!!
Me encanta Esther y cómo escribe. La primera parte del bosque, fue muy especial para mí, ella sabe por qué.
(Muchos besos Esther ;-))
Así que estoy deseando sumergirme en el Jardin de las Hadas sin sueño. En cuanto salga voy al Corte Inglés!!xD
Sigue cazando autores porque lo haces realmente genial amiga!!
Respecto al tattoo, tendrá que esperar la foto, porque me cambiaron la cita...hasta el 20 no me pinchan de nuevo...Pero la foto es tuya!!eso seguro!!
Mil besos Jane Eyre.
Beka.
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